¿Has pensado alguna vez que el largo paréntesis que suponen las vacaciones escolares de verano de los niños y adolescentes puede tener un efecto negativo en su aprendizaje? Pues sí, tienes razón. Y más si el niño o adolescente es de un ambiente desfavorecido y no cuenta durante las largas vacaciones con actividades educativas que le ayuden a no perder el ritmo.
¿Te gustaría saber cómo deberían ser estas actividades para que no haya pérdida de aprendizaje o, incluso, para poder mejorar aquello en lo que van más flojos?
Pues acompáñanos en este pequeño juego: tú respondes a cuatro preguntas sobre cómo crees que deben ser los programas de verano para niños y jóvenes y nosotros te iremos explicando qué dice la evidencia científica.
¡Te lo pasarás bien y aprenderás!
¿Empezamos?