Aprender a aprender supone que el alumnado sabe gestionar todas las fases de su aprendizaje, desde los objetivos y la planificación del proceso hasta la motivación, y que sabe qué debe aprender, cuándo y por qué. La gestión autónoma de todos estos procesos es lo que se llama autorregulación del aprendizaje. La autorregulación implica un proceso psicológico fundamental: la metacognición. Se trata de que el alumnado reflexione y tome conciencia de los conocimientos y las habilidades que tiene y de qué, por qué y cómo aprende.
¿Cómo pueden desarrollarse la autorregulación y la metacognición en el aula? ¿Qué estrategias deben desarrollarse en los centros educativos para extenderlas e integrarlas en las prácticas docentes?
Para conocer las respuestas, acompáñanos en este pequeño juego: tú respondes a cuatro preguntas sobre cómo crees que se deben trabajar estas competencias en el aula y nosotros te iremos explicando qué dice la evidencia más rigurosa.
¡Te lo pasarás bien y aprenderás!
¿Empezamos?