Mucha gente cree que reducir la ratio de alumnos por profesor facilita el trabajo de los docentes y la atención a la diversidad. Este principio se aplica tanto al tamaño de las aulas como al trabajo en grupos en clase. Por otro lado, también parece estar bastante extendida la creencia de que trabajar por separado con el alumnado que tiene un nivel académico más bajo y con el que lo tiene más alto es positivo, ya que se puede incidir más en los que tienen mayores dificultades y permite que los que van mejor avancen más rápidamente.
Pero ¿la investigación ha demostrado si estas creencias se basan en realidades, es decir, si efectivamente es mejor trabajar con grupos más pequeños? ¿Y que los resultados mejoran si los grupos tienen niveles académicos homogéneos? ¿Qué se sabe acerca de los efectos reales de trabajar con estos criterios sobre los resultados?
Para descubrirlo, acompáñanos en este pequeño juego: tú respondes a cuatro preguntas sobre las ratios y los agrupamientos en el aula y nosotros te iremos explicando lo que dice la evidencia más rigurosa.
¡Te lo pasarás bien y aprenderás!
¿Empezamos?